jueves, 4 de agosto de 2016

Personas cactus.

Siempre consideré que era una persona cactus. Algunos somos así, nos hemos conformado con poco de lo que nos daban, ahora piensan que con regarnos una vez al año podremos con todo, que no pasamos sed. Nos han herido, por eso hemos desarrollado barreras y murallas y nadie se atreve a traspasarlas para entregarnos una dosis de agua. Nos hemos acostumbrado a abastecernos de la poca agua que queda en nuestras raíces, de ese amor que una vez nos dieron y guardamos un poquito de reserva y por si acaso. Y seguimos volviendo cada noche entre las espinas que hemos ido creando con el día y con la luz de las estrellas de guía. Hemos llegado demasiado cansados a la cama, con restos de espinas y sangre y no nos las hemos quitado antes de irnos a dormir, y así ha sido como día tras día la muralla se ha ido engrosando, ahora parece demasiado difícil y doloroso quitarlas, por eso nos las seguimos dejando, por vergüenza, pena, miedo al dolor... cada quien con sus razones. Supongo que en parte sigo con miedo de volver a atravesar esa ventana que yo creía abierta y supe que no lo estaba cuando me estampé contra el cristal, ahora pienso que todas están cerradas aunque note el frío colándose por ellas. No sé qué pasa, no sé por qué sigo poniéndome metáforas a mí misma para poder entenderme, sé que nunca lo haré, que no vale con decir que soy un cactus, o un bolígrafo con tinta que un día, solo un día decidió dejar de pintar y nadie se atreve a volver a usarlo, o un cenicero donde todos apagan sus tristezas, y que por eso estoy llena de quemaduras. Por muchas metáforas que me atribuya, seguiré sin entenderme.


2 comentarios:

  1. Hola
    Eso ha sido precioso, todos tenemos formas de vernos a nosotros mismos que, aunque algunos pueda parecerle fuerte o exageradas, son acertadas respecto a la imagen, normalmente fea o dañada, que tenemos de nosotros mismos, ahora yo también soy un cactus, uno que trata de volverse flor, al menos por fuera para no preocupar o herir a los que si importan.
    Besoss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Hola Jessie! Muchísimas gracias por tu comentario, me ha hecho mucha ilusión que te haya gustado, de verdad que sí.
      Todos somos cactus en algún momento de nuestras vidas, pero y lo bonito que es aprender a regarse a uno mismo? :D
      Muchos muchos besos!

      Eliminar

Tu comentario será contestado, así que si comentas ¡puedes pasar a por la respuesta!